Manifiesto europeo contra la
mercantilización del Sistema de Salud
Los Profesionales de la salud hablan
La organización de un sistema de salud es una responsabilidad pública. Los
profesionales de la salud tenemos competencias para diagnosticar, tratar y
prevenir enfermedades en nuestros pacientes. Lo hacemos sin discriminar por
razones de raza, género o estatus socio-económico. Nuestro papel estaría gravemente
restringido y desvirtuado si el cuidado de los pacientes se definiera por
criterios fundamentalmente económicos. No deseamos que se recorten las prestaciones
necesarias, ni queremos que se desarrollen servicios que son médicamente
innecesarios, pero rentables para los proveedores de la atención de salud.
En todos los países europeos existen recursos disponibles para proporcionar
prestaciones sanitarias de calidad al ser la Unión Europea una de las regiones
más ricas del mundo. Sin embargo, estamos cada vez más preocupados porque las
políticas actuales en la UE pueden poner en riesgo una prestación sanitaria adecuada.
La salud no es una mercancía. Observamos una tendencia creciente hacia la privatización
del Sistema de Salud y de los proveedores, independientemente de que el sistema
de salud este organizado por provisión directa de los gobiernos o través de
sistemas de aseguramiento. El sistema de salud cada vez se comercializará más y
la salud y la enfermedad se está convirtiendo en una mercancía.
Privatización significa que:
• Los hospitales públicos e instituciones se privatizan
• Las empresas con ánimo de lucro se hacen cargo de servicios de hospitales
públicos y centros ambulatorios.
• En los sistemas de salud organizados por los gobiernos, las empresas privadas
están autorizadas a ofrecer y facturar los servicios.
• Las ganancias y superávit que generan los servicios de salud van a los
inversores privados y no en beneficio de ciudadanos y pacientes.
• Los servicios médicos prestados normalmente por las instituciones públicas de
salud están cada vez más limitados y restringidos, mientras aumentan las
ganancias del sector privado, ofreciendo éstos servicios con costes adicionales
para el paciente.
• Están bien reembolsados, y son servicios cada vez más tecnificados.
La privatización del sistema de salud
atenta contra el principio de solidaridad del sistema y supone un mayor riesgo
individual para los pacientes. También menoscaba el control democrático y la participación
de los usuarios. La presión cada vez mayor de las empresas para generar
beneficios conduce a la subordinación de las prioridades médicas a las
preocupaciones económicas y socava la relación paciente-médico.
Con el fin de instaurar los principios de un sistema de salud orientado hacia
el mercado, la ideología de la "competencia sana" se propaga. El
sector privado con ánimo de lucro y el sistema público se ven obligados a
competir por los pacientes y su cuidado. En esta situación, el hospital más
eficiente desde el punto de vista de la rentabilidad es el ganador y no aquel
que hace una mejor atención centrada en las necesidades de los pacientes. Esta
nueva ideología de la competencia también se introduce en los
tradicionales sistemas de fondos de salud sin ánimo de lucro.
La misma ideología se utiliza como pretexto para la comercialización de los
sistemas sanitarios: hay una explosión de los costes debido a los avances
médicos, el envejecimiento creciente de la población y las crecientes expectativas
de los asegurados. Debido a las limitaciones de recursos y las limitaciones financieras
del sector público, la creciente competencia y la privatización son las
soluciones pretendidas.
Sin embargo, es un hecho que al aumentar la privatización de los servicios el
acceso a la atención y a servicios de salud de calidad dependen en mayor medida
de los ingresos y recursos privados de cada ciudadano. Con el aumento de la
privatización los sistemas de salud se encarecen, aunque la esperanza de vida y
estado de salud general de las poblaciones no mejoran (véase, el ejemplo de
EE.UU.). Por otra parte a mayor privatización el sistema es más burocrático,
pues en un sistema competitivo sólo lo que
este "documentado".
Nos reafirmamos en que una sociedad se caracteriza por la solidaridad con sus
miembros más débiles.
Los hospitales no son fábricas de pacientes.
La mercantilización de la sanidad tiene consecuencias inaceptables para los
pacientes y profesionales sanitaros. Supone inequidad y disminución de las
prestaciones, y una inadecuada planificación de las mismas, y en consecuencia
un aumento del sufrimiento evitable. En los países con altos niveles de privatización
y mercantilización del sector sanitario se implementan prestaciones
innecesarias desde el punto de vista de la salud en función de su interés
comercial, buscando el beneficio directo. Esto puede ir tan lejos que en
ocasiones se construyen enfermedades con el fin de crear una necesidad de
servicios rentables. Al tiempo, el número de profesionales sanitarios y de cuidados
de la salud necesarios se reducen para ahorrar costes de mano de obra. Esto a
su vez conduce a un aumento de la carga de trabajo para los profesionales, lo
que se traduce en una atención sanitaria de menos calidad para los pacientes.
La orientación del sistema hacia el beneficio y la rentabilidad clasifica a los
pacientes en rentables y menos rentables, que reciben niveles de atención
diferente. Estos es contrario a los principios de humanidad y a las normas
éticas profesionales.
Como profesionales de la salud, nos oponemos a la privatización y la
mercantilización del sector sanitario. Por eso exigimos:
• La igualdad de acceso a una atención sanitaria de calidad para todos sin distinción
de raza, sexo, credo o condición social.
• Una financiación de los sistemas de salud basada en los principios de
solidaridad e igualdad.
• Un número adecuado y suficiente de profesionales de la salud, bien preparados
y remunerados (incluyendo las garantías contractuales y legales)
Hacemos una petición a todos, incluyendo a los pacientes, para que nos apoyen
en este esfuerzo.
Exigimos que los políticos responsables detengan la creciente comercialización
y la mercantilización del sector de la salud y acciones para revertir esta
tendencia.
• Aktion Gsundi Gesundheitspolitik (Suiza)
• Basisgruppe Medizin Göttingen (Alemania)
• Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP,
España)
• Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN)
• Asociación Internacional de Políticas de Salud en Europa
• Ogólnopolski Związek Zawodowy Pielęgniarek i Położnych - OZZ PiP (Polonia)
• Socialist Health Association (Gran Bretaña)
• Socialistiska läkare (Suecia)
• Verein Demokratischer Ärztinnen Ärzte und (Alemania)
• Vereinigung unabhängiger Ärztinnen Ärzte und (Suiza)