lunes, 19 de noviembre de 2012

Un triste Lunes

Muchos días me paso por los hospitales de la comunidad de Madrid para ver como se vive los días que se avecinan. En todos los hospitales miles de pancartas, concentraciones a las puertas, gente gritando proclamas para que los pacientes sepan lo que está pasando.

Hoy he ido al Infanta Leonor. Para mi, un hospital corrupto en algunos de sus servicios, con personal nombrado a dedo y no por examen como debería haber sido. Este es el hospital que conozco y hablo con conocimiento de causa. Cual ha sido mi sorpresa cuando a mi llegada a la puerta principal no me he encontrado con no más de cinco carteles de minúsculo tamaño, nadie repartiendo panfletos explicatorios a la población y la única concentración que me he encontrado ha sido la de unas personas de etnia gitana, que no creo que nada tengan que ver con la protesta médica. El Infanta Leonor como siempre a la cola de todo. Menos en corrupción.




Y es que estos hospitales aunque ahora estén en la lucha o digan estarlo, hanfuncionado como privados desde el primer día que abrieron. Y lo digo con experiencia de haber trabajado allí, y de haber sido puteado por el simple hecho de iniciar allí una enfermedad crónica. Y ya se sabe lo que pasa si tienes una enfermedad en una empresa privada. Allí hay grandes profesionales. Yo no ataco a estos profesionales. Ataco a la cúpula nombrada a dedo por la consejería entre sus adeptos ( numerarios del Opus y otras gentes relacionadas con lo rancío de Madrid).